lunes, 1 de enero de 2018

EN, LA PRIMERA ILUSTRADORA



UNA MONJA CON TALENTO


Imaginemos por un momento la vida de una monja (o devota) del siglo X, recluida en un convento o monasterio de algún lugar de interior de España, bello pero intensamente frío, aislada, sin apenas noticias ya de los suyos,  y sumida en una rutina religiosa con muy pocas novedades. Pero imaginemos también que gracias a su inteligencia, su complicidad con el monje Emeterius y a su talento, se la permite participar en la creación de las “miniaturas” de un códice, no solo participar, aportar novedades, creatividad, perspectivas, adornos y colores convirtiendo el BEATO DE GERONA, que es el que dispone  a día de hoy de más páginas “iluminadas”, en una auténtica joya. De haber sido yo aquella monja (o devota) creo que habría acogido la tarea con entusiasmo, aliviando un poco los duros días de mi vida religiosa.




EN  (ENDE ó EUDE)

No se sabe quién fue, donde aprendió, de dónde venía ni dónde murió, pero lo que ha quedado demostrado es que una mujer firmó las ilustraciones (miniaturas) del BEATO DE GERONA que se finalizó en el año 975, por lo que es la primera mujer reconocida como pintora en la historia de Europa (aunque no fue la única dedicada a este arte),  y lo más sorprendente: firmó por delante del monje Emeterius, que sí se ha mantenido hasta nuestros días como un ilustrador de códices de renombre y además alumno de otro de los grandes, MAGNIUS, así que podemos imaginarnos que no nos estamos refiriendo a una artista cualquiera, ya que no era el clero por aquel entonces muy partidario de dar protagonismo a las mujeres sin motivo.

Entonces,  ¿Qué conocemos de esta mujer? Pues poco, contamos con los estudios que se han hecho sobre su firma, el contexto y el estilo en el espléndido trabajo realizado, pero nada de su historia personal.  Nunca hemos vuelto a encontrar otra obra firmada por EN.


BEATO DE LIEBANA Y LAS COPIAS

Los Beatos, eran copias “retocadas” del famoso códice que realizó Beato de Liébana, en mi tierra, Cantabria en el año 786. En este libro del monje Beatus se hacían “comentarios” al Apocalipsis de San Juan de manera algo exaltada, ya que en realidad se trataba de una propaganda para animar a los creyentes, que en aquel momento estaban pasando muchas penalidades en su día a día, añadiendo a esto que los romanos les estaban haciendo de las suyas, persiguiéndoles sin descanso. En resumen, el Apocalipsis venía a decir: “No os preocupéis que hay que sufrir un poco más todavía pero  los malos se van a enterar después”. También confirmaban que Cristo era Dios, porque algunas corrientes de la Iglesia  no andaban muy convencidas con esta idea, o que Dios era amor, que a veces tampoco parecía muy claro en vista de que eran de sacar rápido la espada.  Era necesario que se fueran multiplicando los Beatos para que no decayera el fervor, a ver si el ánimo se venía arriba, que falta hacía. A día de hoy contamos con unos 30 Beatos.


LA FIRMA

EN DEPINTRIX ET DEI AIUTRIX, FRATER EMETERIUS ET PRESBITER

En, pintora y servidora de Dios, hermano Emeterius y presbítero

Esta es la firma que encontraron en el “colofón” del Beato de Gerona, las traducciones del latín han sido distintas y además las letras se encontraban muy juntas, así que  en muchos lugares se le ha bautizado como ENDE, y hasta en algunas enciclopedias ha llegado a aparecer como EUDE, un ilustrador varón. Lo de “servidora de Dios” también ha tenido sus interpretaciones, primero se tuvo muy claro que era monja, pero luego se aclaró que era un título de modestia muy empleado en la época, sin necesidad de ser religiosa. Como veis se la coloca antes que el hermano Emeterius

En este sentido yo creo que la historiadora M. Rosa Ferrer ha ayudado a que se resalte el trabajo de esta mujer, defendiendo su nombre real (ha localizado mujeres llamadas EN, en el siglo X, pero ninguna llamada ENDE), defendiendo sin duda que se trataba de una mujer, pintora además,  y poniendo en duda sin descartarlo que fuera  monja.


EL LIBRO “ILUMINADO”

El Beato pudo realizarse en el Monasterio de San Salvador de Tábara en Zamora, y seguramente En residía en algún convento cercano, pudo ser efectivamente monja o una devota entregada a la religiosidad (en aquellos tiempos bastaba con haber sido nodriza de nobles,  o estar emparentada con algún obispo para vivir en un convento) también se ha pensado que su nombre pudo aparecer como compensación a algún tipo de patrocinio en la elaboración del libro. 

Fuera como fuera En realizó unos dibujos originales, de rica policromía, con una visión nueva de la profundidad y la perspectiva e intentando mejorar las figuras excesivamente planas de los anteriores ilustradores, también trabaja con más formas, figuras esbeltas, pliegues y resaltando el naturalismo.


La calidad artística de este libro “iluminado”, así se denomina a estos beatos decorados, es superior a los de su tiempo y se la considera antecesora del arte romántico (según los estudiosos sobre todo en la imagen de la Crucifixión), es además el Beato que más páginas iluminadas tienen, incluso dobles, y ha llegado a nuestros días. Hoy en día se encuentra en el Archivo de la Catedral de Gerona


Yo sigo imaginando a esta mujer encorvada sobre las láminas durante horas, atreviéndose a ser original, llena de nuevas ideas aún viviendo aislada en un mundo sin tendencias, incluso sonrío porque algunos de sus dibujos podrían perfectamente encontrarse en cualquier álbum ilustrado premiado en nuestros días. Merece la pena revisar estas ilustraciones cargadas de detalles y admirar el estilo propio que se muestra en las formas y colores con los que esta monja (o devota) “iluminó” sus oscuros días, y los de muchas generaciones posteriores.

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